lunes, 25 de septiembre de 2017

MI HIJO NO QUIERE HACER LOS DEBERES

- Es que mi hijo no quiere hacer los deberes, tarda una eternidad, yo ya no puedo más,...-


Son estas y cientos de frases más, las que decimos diariamente los padres cuando llega la hora de ponerse a hacer los deberes con nuestros hijos.

He encontrado por la red un artículo que nos puede servir a todos de ayuda. Ahí os lo dejo, y espero que nos sirva.

Cuando el niño no quiere hacer los deberes escolares

Cómo motivar al niño para que haga sus tareas escolares


Llantos, apatía, discusiones, malas contestaciones… la tarde se puede convertir en un auténtico infierno cuando se trata de hacer los deberes. Lo de distraerse con una mosca se convierte en una frase real, pero no solo con una mosca, sino con el lápiz, la goma, una mancha en la  mesa, el gato, o una mota de polvo.
Lo cierto es que, los últimos estudios realizados han revelado como los niños están más desmotivados que nunca a la hora de enfrentarse a las tareas del colegio; quizás habría que buscar un claro culpable en el sistema educativo, que es tan ineficiente que necesita de horas extras en casa para poder afianzar los contenidos que se dan en las clases.
Tenemos que encontrar una manera de motivar a los niños para que la tarde en casa no se convierta en una tortura, tanto para padres como para hijos. Estas son las soluciones de Guiainfantil.com cuando el niño no quiere hacer los deberes escolares.

Qué hacer cuando el niño no quiere hacer los deberes escolares

Estos son 10 trucos a la hora de enfrentaros al gran reto de motivar a nuestro hijo con las tareas del colegio, cuando el niño no quiere hacer los deberes escolares.
1- Ante todo, habla con tu hijo y pregúntale porqué le cuesta tanto hacer los deberes. Puede que haya algún motivo preocupante que debería solucionar: cansancio, falta de sueño, intranquilidad por algún problema interno, falta de espacio de trabajo, sobrecarga de deberes…
2- No pretendas que sea Steve Jobs, basta con que él esté contento con su trabajo. Su exigencia debe ser acorde a su edad. No juzgues con ojos de adulto sus deberes, lo que a ti te cuesta cinco minutos a él puede que le cueste 20.
3- Ten más paciencia. No le grites, ni le fuerces, el niño debe asociar los deberes con algo positivo para él. Si ves que los nervios te llevan a sacar tu mirada de asesina sangrienta, mejor que te vayas a dar una vuelta por la casa, hacer unas respiraciones profundas, y volver con las energías renovadas.
4- No le castigues. Los castigos no suelen ser los mejores aliados y los asociará con que los deberes son algo negativo. Es preferible premiarle con algo, a ser posible no material, como por ejemplo un rato jugando juntos después, que te ayude a hacer la cena a solas sin sus hermanos, o dejándole jugar con algo que le guste.
5- No le metas prisa, aunque lleve toda la tarde. Hay niños que no funcionan bajo presión, y que necesitan mejorar su autoestima, así que deja de lado todas esas frases del tipo: ¡Todavía por ahí!, ¡Con lo fácil que es!, y esos resoplidos y caras de desesperación; y sustitúyelas por unos: ¡jo, ya llevas hecho mucho!, ¡esto te está saliendo muy bien!, un abrazo, y un cariño.
6- No le hagas los deberes. Ya sé que es muy complicado que tras una hora mirando el mismo ejercicio no termines arrancándole el lápiz de las manos y se lo hagas tú, pero debes quedarte con las ganas, el profesor sabe que tú sabes hacerlo, así que si no sabe hacer algo tienes dos opciones: explicárselo e intentar hacerlo solo con tu ayuda, o dejar el ejercicio en blanco para que el profesor sepa que ese ejercicio no lo entiende y debe incidir más en su aprendizaje. No dejes que dependa de ti para hacer los deberes.
8- Crea una rutina diaria. Puede ser primero merendar, luego hacer los deberes y luego jugar; y no te rindas a la primera de cambio, debes hacerlo siempre igual.
9- Plantéale pequeños retos a conseguir con compensaciones: ¿Quieres que te enseñe a sumar con llevadas?... ¡puedes darle una sorpresa a tu profesor! E inventar juegos para incentivar las operaciones matemáticas como las cartas, o la escritura haciendo notas a sus compañeros.
10- Si los problemas persisten, quizás deberías hablar con su profesor para saber si en el colegio también le cuesta hacer los ejercicios o solo es en casa, para saber dónde puede estar el problema, o si se necesita ayuda externa.

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